Patrice Cressier describe la evolución de las alquerías dalienses desde la conquista hasta su
posterior evolución durante la Edad Moderna basándose en documentos como el
Libro de apeo, el catastro de Ensenada o la historiografía moderna. A partir
del libro de apeo, fuente que describe los bienes existentes en la taha y que
serán objeto del repartimiento de los años 70 del siglo XVI, se contemplan
cinco núcleos habitados: Ambroz o Amrus (con los barrios de Almovara y El
Marge), Alhiçan, Celín, Odba o Códbar y Almecete. Cressier concluye que tras la
conquista se va perdiendo el nombre original de Amrus a favor del nombre de la
taha, Dalías. Asimismo, señala que el barrio situado junto al antiguo hisn
conservaría una preponderancia formal en cuanto a Celín. En relación a la
administración, la conquista castellana establece el sistema usado en el resto
del reino. Almería recibe un fuero y se establece un concejo elegido mediante
insaculación, recibiendo a su vez una serie de bienes propios y exenciones que
facilitasen la lenta repoblación del país. En el caso de Dalías, formaría parte
del corregimiento de Granada y de la alcaldía mayor centrada en Ugíjar. Las
alcaldías menores la formarían dos regidores, dos alcaldes y un alguacil tras
real cédula de 8 agosto de 1501.
La rebelión de
1500 fue una causa más que incita a la unificación religiosa. El entonces
arzobispo de Toledo y Primado de España, el cardenal Cisneros, ya había dejado
de cumplir el pacto de libertad religiosa. Fue el germen de la conversión
general o el exilio, por lo que a partir de ahora la población de origen nazarí
almeriense serían moriscos o cristianos nuevos. Lirola Martín (2002) indica que
a 30 de junio de 1500 se conceden favores y franquezas para los bautizados, con
lo que quedarían libres de las multas generadas por la reciente rebelión. Este
aspecto se daría en la taha de Dalías, donde se perdonaría la multa con que se
castigó a los moros rebelados en las Alpujarras, así como el obsequio de telas
y otras mercedes. Un mes más tarde se procede a la conversión general,
consagrándose mezquitas y erigiéndose parroquias. Continúa Lirola diciendo que
el arzobispo de Sevilla Diego Hurtado de Mendoza, bajo Bula papal, sería el
encargado de organizar las nuevas parroquias de las Alpujarras. Tras el reparto
de los bienes pertenecientes a las instituciones religiosas islámicas se
redacta la Bula “Ad illam fidei” por Inocencio VII, en la que se ordena la
asignación del diezmo en beneficio de las iglesias del reino de Granada. Es,
por tanto, esta fecha de 1501 cuando se erigen las parroquias dalienses. Por un
lado, Santa María de Ambrox, situada con toda probabilidad en la antigua
ubicación de la mezquita mayor, y dotada con dos beneficios simples y dos
sacristías; y en segundo lugar, Santa maría de Alayzán, ubicada en la actual ermita de los Dolores o de Aljízar,
también dos beneficios simples y dos sacristías. En el primer caso, esta bula señala la
parroquia de Ambroz con los anejos de Hobda y Almeces y en el segundo la de
Alayzán con Celín como anejo. Quizás, en esta misma fecha se purifica la rábita
de Dalías o la Garita con una serie de
grafitos a base de cruces u omegas. Las parroquias, verdaderas vertebradoras de
la nueva organización planteada a inicios del XVI serán controladas por una
comisión de los RRCC que revisarán la construcción y reparación de los templos.
Lirola, en su estudio de la parroquia de Ambroz, detalla una carta que envía el
visitador de las Alpujarras al arzobispo de Granada Gaspar de Avalos en 1530 en
la que se menciona que habían sido levantadas siete iglesias en las Alpujarras
hasta esa fecha: Ohanes, Laujar, Dalías, Adra, Timar, Pites y Torvizcón. En esa
misma fecha se hace el apeo o registro de los bienes habices, de las
instituciones musulmanas, que hasta el momento no había sido repartido entre
las nuevas parroquias. Tapia indica que en 1535 algunos beneficiados de Dalías
se apropian de estos habices entre los que se incluían olivos y turnos de
riego.
Durante los años
que van desde la erección de las parroquias hasta la rebelión de 1569 los datos
que se tienen hacen referencia fundamentalmente a las emigraciones al norte de
África, el acoso de corsarios turcos y la división de los turnos de riego,
hecho este último que debe heredarse de época, al menos, plenomedieval. Tapia
hace especial mención a la intervención de estos piratas que acosaban tanto la
costa como el interior de la taha. Entre los datos que se aportan tendríamos al
alguacil morisco Juan de Sanrit (Lirola lo llama Xantel o Santid) que se
enfrenta a estos piratas en la sierra de Gádor bajo encargo del Conde de las
Tendillas en 1509. Este mismo último personaje pediría al tesorero real Varga
la cantidad de 20000 maravedís en compensación por la pérdida sufrida por el
alguacil. Como dato curioso, Lirola menciona que este alguacil pide vivir en la
torre de la fortaleza de Rebada del Heçan de Dalías para su propia defensa. En
tanto a la situación de esta torre, no nos queda más que especular con el
antiguo hisn o con la actual torre de Aljízar. Este contexto de contínuos
ataques piráticos debió repetirse durante todo el siglo XVI. En 1522 vuelve a
haber un desembarco en la aldea pesquera de Balerma, acosando el campo de
Dalías y cautivando a moriscos de Dalías y Berja, por los que se pediría
rescate. Otro de los hechos que mermarían la taha sería la emigración o huida
de moriscos al Norte de África. Lirola indica que en 1509 emigran 40 familias y
en 1512 50 personas. La resultante final sería que de los 600 vecinos que
habitaban las alquerías dalienses en 1490 la población se reduciría a 442.
Entre los datos que Tapia refiere al tema destaca el recurso impuesto por la
morisca de Dalías Isabel Raján contra el embargo de sus bienes por la huida de
su marido. Isabel aseguraba que éste había sido cautivado. Otros casos datan de
la década de los 50. Alonso Abenria y Miguel Haristuan son embargados por
tránsfugas en 1550; en 1553 hubo nuevos secuestros de dalienses; en 1556,
continúa Tapia, un morisco puso pleito por el embargo por error de sus rentas,
puesto que fue enajenado de sus bienes en el tiempo que había estado
secuestrado. Los números poblacionales de Tapia para este intervalo de fechas
indican que los tránsfugas en total fueron 400 entre 1509 y 1512 y 100 entre
1530 y 1568.
Un último
aspecto que encuadramos en el período anterior a la rebelión de 1568 es el
aprovechamiento del agua en Dalías. Como ya se ha mencionado, el aprovechamiento
de los recursos hídricos es fundamental en el área de las Alpujarras, toda vez
que el régimen de lluvias tan especial del sudeste provoca que la red fluvial
se componga básicamente de barrancos y ramblas. Así, desde época premedieval,
una de las pocas fuentes de captación de agua de la zona – el Nacimiento de
Celín – es aprovechado para irrigar la vega. Los datos documentales con los que
comentamos se extraen de la lectura de los libros habices, donde se detallan
las dulas o tandas de riego. Espinar Moreno (El término árabe dawla “turno de riego” en una alquería de las tahas de
Berja y Dalías: Ambroz, 1995) señala que estas dulas serían nombradas con
nombres referentes a accidentes geográficos, antropónimos… Muchos de estos
turnos pasan a pertenecer a la parroquia de Ambroz, beneficiándose de muchas
horas de agua. En los mismos bienes habices se mencionan a 77 propietarios en
Ambroz que usarían su derecho a riego. Entre los regantes, tenemos a Francisco
Santid (quizás familiar del alguacil Juan Santid), que pagaba 15 reales para un
uso de 3 horas. Los apellidos de estos pobladores de la I mitad del XVI delatan
su origen islámico en gran parte. Muchos solo cristianizan su nombre de pila.
Como ejemplo tenemos Hemza, Pinex de Robles, Chonayfar, Maxcarul, Calafibraji,
el Dabni, Tabpeni, Dureyna…
Expulsión morisca y repoblación cristiana
Los hechos que
suceden, fundamentalmente a partir de mediados de la década de los 60 del siglo
XVI han sido descritos por varios historiadores de Edad Moderna, como Bermúdez
de Pedraza o Mármol Carvajal, incidiendo especialmente en los sucesos ocurridos
durante la rebelión morisca en la misma Dalías. Martínez Sampedro (El proceso repoblador en Almería y su
comarca, siglos XV y XVI, 1990) hace referencia a los problemas de
integración de los moriscos tras las conversiones generales producidas a
principio de siglo. Por lo general, estos moriscos mantuvieron sus costumbres,
lengua y su religión, hecho éste que supuso la aplicación de medidas represoras
por parte castellana. A 19 de diciembre de 1566 se da la pragmática real por la
que se prohíbe a los moriscos continuar con sus costumbres, esto es: lengua,
anulación de contratos en árabe, nombres, baños, vestidos,… Resultado de esto
sería la rebelión morisca de 1568, que se extendió por gran parte de Almería
hasta 1571. Tapia indica que era esperada por las fuerzas castellanas. Así,
Luis Hurtado de Mendoza (marqués de Mondéjar), Capitán General del Reino de
Granada y su hijo el Conde de Tendilla refuerzan la costa de Adra (en la cerca
urbana construida durante este siglo en la actual Adra, en contraposición con
el hábitat abderitano islámico, que estaba en la Alquería). García Rubio (Historia de Dalías y de su antiguo término
municipal, 1989) indica que el inicio de la rebelión se daría en Béznar
(Granada) el día 23 de diciembre, con la proclamación de Fernando de Córdoba y
Valor, conocido como Aben Humeya. En las Alpujarras, Ugíjar, Lanjarón u Orgiva
y en general la mayoría de las tahas se unen igualmente a esta rebelión lo que
produjo numerosos martirios, quemas de iglesias y asesinatos en general a
cristianos nuevos y viejos. En esa fecha,
señala Tapia, se encontraría en la misma Dalías el capitán Diego de la
Gasca con una tropa de 40 soldados. Éste pediría refuerzos a García de
Villarroel. Dos días después sería el turno de Berja y el 25 o 26, la revuelta
llega a Dalías. En este punto, la narración de la llegada de las fuerzas
moriscas a la taha es documentada por varios autores de forma distinta desde el
siglo XVII y XVIII. Bermúdez de Pedraza (Historia
Eclesiástica del Reino de Granada, 1638) lo narra así: “Es cabeza de de seis lugares, y fue fiel entre tantos infieles. A un
zerro desta villa llegó el Moro Rendin con algunas banderas de Moros tendidas,
dia de fiesta, y a tiempo que la gente
entrava en la Iglesia a Missa, era el primero dia de Pasqua. Baxó el Moro del
zerro con cincuenta tiradores, diciendo a los Moriscos que se alçassen, porque
lo estaban todos los lugares del Alpuxarra. Respondieron los Moriscos, que no
querían hazer mudança. Enfadose Rendin de su respuesta, y replicó, que se avian
de levantar mal desu grado pues toda el Alpuxarra lo estaba. Y mandó pregonar,
que pena de la vida; todos los Moriscos saliessen con sus armas a la plaça, y
executó la pena en algunos que salieron, mandolos matar, y saquearles las
casas, como a Christianos enemigos de Mahoma: dichosos ellos si dixo verdad.
Entró en la Iglesia y robola, hizo astillas el retablo, las Imágenes, y pila de
bautismo: con ser tan amigos de agua los Moros, aborrecianla mortalmente.
Estava en la Iglesia una Morisca, que fue rosa entre tantas espinas, y
reprehendio a los sacrílegos hereges que profanaban las cosas sagradas, y
viendo los gozquillos de los muchachos Moriscos traian entre dientes las hojas
de los Missales, y las hazian pedaços, arroxandolos por el suelo, se los quitó,
y reprehendioles por ello, y un Moro se volvió contra ella diciendo muchas
injurias a la buena mujer, y le cortó la cabeça de un golpe de cuchilla: en un
relicario de oro quisiera tenerla, y saber el nombre desta santa martyr para
encomendar a la posteridad su memoria. Salvaronse algunos Christianos a uña de
cavallo huyendo para Adra, fuerça en la costa del mar, pero los que se quedaron
en Dalias fueron presos, y muertos en sus casas por no querer dexar la Religion
Chistiana. Los Beneficiados Antonio de Cuevas, y el Maestro Garabito, y un
hermano suyo con otros Christianos, se hizieron fuertes en la torre, pussieronles
fuego, y por no morir quemados se dieron a partido a tiempo que los barbaros
nole admitían. Dexavalé caer de la torre por estar la escalera ocupada de el
fuego, hombres, mujeres y niños, quebrandose piernas, braços y cabeças, y el
alivio que hallavan a baxo, era el cuchillo y la muerte, piadosa a sus dolores.
En esta Taha fueron pocas las mujeres y niños que tomaron por cautivos para que
el numero delos martyres fuesse mayor: felicissima tierra, cultivada con sangre
de martyres emula de la mas fecunda en estos frutos, de la primitiva Iglesia.” Juan
de Ferreras en su Synopsis histórica cronológica de España, publicada en 1775
nos relata una versión un tanto diferente de la de Bermúdez: “El mismo dia (25 de diciembre) á las nueve
de la mañana un Morisco llamado el Rendin llegó con algunas compañías tendidas
las banderas a un cerro cercano de Dalías, y con cincuenta arcabuceros entró en
la villa diciendo que se levantasen, porque ya toda la Alpujarra lo estaba. Los
Moriscos respondieron no podían executarlo, porque era muy peligrosa la
mudanza: replicó el Rendin que se habían de levantar mal de su grado, y mandó
pregonar pena de la vida que saliessen todos con sus armas á la plaza, y á los
que no lo executassen, mandó matar, y que se saqueassen sus casas casass.
Fueron luego á la Iglesia y la saquearon, demoliendo los Altares, quemando las
Imágenes y profanando lo sagrado. Estaba en ella una mujer de nación Morisca,
pero muy buena Christiana, y movida de zelo Catholico y daba las hojas á los
muchachos Moriscos, procuró quitárselas de las manos; de que irritado él
dándola muchas cuchichalladas en la cabeza, la quitó la vida. (Hasta que no
difiere de la versión de Pedraza). Fueron
luego a saquear las casas de los Christianos, que no eran mas que veinte y tres,
y los prendieron, y entre ellos al Maestro Garabito Beneficiado, Miguel
Garabito su hermano, Antonio de la Cueva Beneficiado, y un sacerdote de
apellido Guzman. Al Beneficiado Garabito abrieron el pecho y el vientre, y
fueron poco á poco sacándole las tripas, arrancándoles la asadura y el corazón,
en cuyo tormento entregó su alma á Dios; pero aquellos barbaros para saciar su
odio hicieron pedazos á cuchilladas el cuerpo, y no contentos con esto le
llenaron de polvora y le dieron fuego para que del todo se abrasasse. Al Lic.
Antonio de las Cuevas, Miguel Garabito y los demás quitaron la vida á
cuchilladas y estocadas, padeciendo todos gustosos por Jesu Christo.” La versión de Mármol (Historia de la Rebelión y castigo de los moriscos del Reyno de Granada,
1797) coincide en gran parte con las dos anteriores aunque añade que su
fuente serían algunos moriscos y cristianos contemporáneos a él. Entre los
datos que aportan habría que reseñar que el moro Rendedi llega a Dalías el
mismo día en que se alzan en Berja, esto es el 25 de diciembre. Entre las
nuevas aportaciones, señalamos la siguiente: “Algunos Christianos, así clérigos como legos, fueron presos y muertos
en sus mesmas casas; otros munchos se habían ido con tiempo á la villa de Adra.
A los beneficiados Antonio de Cuevas, y maestro Garavito, mataron luego dentro
de sus casas. Un hermano del maestro Garavito, y con él algunos Christianos de
aquel lugar y de los otros de la taa, se metió en la fortaleza vieja de Dalías
la alta, y allí se defendieron tres días; mas los enemigos de Dios juntaron
muncha leña, y zarzos de cañas y tascos, y les pusieron fuego; y al fin
viéndose sin defensa, y sin remedio de socorro, y que se quemaban vivos,
pidieron que los recibiesen á partido; mas los traydores haciendo burla de
ellos, y deseando matarlos con sus manos, les dixeron, que se echasen de la
torre abaxo, que ellos los recogerían, pues no podían baxar por la escalera;
los quales huyendo del fuego, que los cercaba ya por todas partes, se arrojaron
de arriba…”. Tapia nos aporta otros datos a sumar a los que ya tenemos,
fechando la toma de Dalías entre los días 26 ó 27, momento en que los moriscos
de Berja se unen a los monfíes. En la versión que aporta comenta que los
moriscos de Berja fueron en primer lugar a Celín y la torre del Hizán
(refiriéndose a la torre de Aljízar; “aún queda un cuerpo de seis o siete
metros”), cometiendo bastantes crímenes antes de bajar a Ambrox. También aporta
Tapia la versión de varios testigos indirectos que comentan los hechos un siglo
después. Entre estos destaca la siguiente: “
Y aviendo salido de allí (Celín), vinieron a esta villa de Dalías y hallaron
recogidos los xptianos en la torre y hechos fuertes en ella en su iglesia, y
los cercaron dentro, y avia hasta trescientas personas, y allí estuvieron
encerrados más de veinte días, y les falto el agua del algibe que oy ay en la
sacristía, y allí nació un niño dentro de la iglesia, que se llamaba Juan de
Aguila Lechuga, a quien conocí muy bien, y de sed y hambre murieron muchas
personas grandes y pequeñas de pura miseria y falta de alimentos, y un morisco
llamado Climen les llevaba algunas cosillas de comer, y sabían esto los moros,
y pareciéndoles que aquel conseguiría dellos el darse, les dixeron por su medio
se dieran, y el dicho morisco les hazia señas quando les hablaba para que no se
diesen, aunque dezia otra cosa con la boca, y llegando esta noticia a don Diego
de la Gasca, capitán de la gente de guerra de Adra, natural de Málaga, el
grande aprieto y miseria en que los xptianos se hallavan, vino y echó delante a
Juan de Acien, soldado de a cavallo, y este vino a ver si los xptianos vivían
todavía, y dándoles voces les dixo que tuviesen ánimos que ya llegaba el
socorro, y con oir esto los moros que estaban de guarda huyeron, y llego el
capitán con sus cavallos, y los sacó de la iglesia y los llevó a Adra, y
aviendo llegado a ver aquel miserable espectáculo de difuntos, y que los que
vivían estaban para expirar, los niños macilentos y desfigurados, lloró la
infelicidad dellos, y conocieron todos los presentes el mucho sentimiento de su
corazón.” Una útima visión que destacamos es la de Lirola, en su libro
sobre la parroquia de Santa María de Ambrox. Lirola piensa que los martirios
dalienses serían la consecuencia de la fidelidad y cristianismo sincero que
existiría en Dalías ya a mediados del XVI, destacando a la morisca asesinada a
las puertas de la iglesia y al morisco Climen que aprovisionaba de comida a los
sitiados en la iglesia. Lirola se basa en el Padre Hitos (Mártires de la Alpujarra en la rebelión de los moriscos, 1934).
Entre los curas beneficiados, junto al maestro Garabito (“puesto en prisión” y
asesinado posteriormente) figuran los sacerdotes N. Guzmán y Antonio de la
Cueva. Además de los numerosos martirizados Hitos indica que algunas cautivas
serían llevadas a Ugíjar y a Andarax. Algunos de los liberados por el Marqués
de Mondéjar serían enviados a Granada, detallándose que entre Berja y Dalías se
liberaron 90 personas.
De lo expuesto,
y en síntesis, podemos decir lo siguiente:
- En relación a
la fecha en la que los rebelados llegan a Dalías, nos inclinamos por el día de
navidad del año 1568. Aunque Tapia, en 1964, indica que tendría lugar entre el
26 ó 27 de diciembre, argumentando que sería este el momento en que los
moriscos de Berja se unen a los monfíes, el resto de autores son más propensos
al mismo día 25, o pascua de Navidad. Bermúdez, por ejemplo, indica que sería
un día de fiesta, “el primer día de pascua”, dato en el que también inciden
Ferreras y Mármol en el siglo XVIII. Si se trataba de un día de fiesta en el
que los cristianos acudían a la iglesia, como es narrado, solo puede tratarse
del día 25 miércoles de pascua de 1568.
- Todos
coinciden en que los rebelados estaban liderados por Rendin. En primer lugar se
sitúa en un cerro cercano a la actual Dalías desde donde partiría hasta la
iglesia de Ambrox. En relación a estas primeras acciones, solo el padre Tapia
comenta que el cerro mencionado sería el mismo Celín y el colindante Aljízar.
Esta idea es apoyada por la misma situación de Celín, situada en la ruta de
Berja a Dalías. Según Tapia los primeros crímenes serían cometidos aquí.
- Desde aquí
bajan a Ambrox donde proclaman la rebelión general. Ante la negativa de una
parte de los cristianos nuevos y viejos se debieron dar los asesinatos y
martirios en los que redundan todos los autores. Bemúdez, Ferreras y Mármol
señalan que la iglesia sería saqueada. Esta idea entra en debate con lo que
comenta Tapia citando a testigos en las que se asegura que más de 300
cristianos se refugian en la iglesia, por lo que o la iglesia fue saqueada y
posteriormente se usó como refugio o se trata de dos versiones divergentes.
- De especial
interés es el episodio del padre Garabito. Ferreras y Mármol indican que el
maestro Garabito, su hermano y otros clérigos serían cautivados en sus casas y
posteriormente martirizados. Bermúdez, en cambio, es de la opinión de que
Garabito junto a Antonio de las Cuevas se harían fuerte en una torre. La
opinión popular la identifica con la misma torre de Aljízar o incluso con el
hisn. Así, Mármol señala que el hermano del maestro de Garabito se refugia en
la fortaleza vieja de Dalías la alta, indicación ésta demasiado explícita que
aparentemente se refiere justamente al hisn.
La sucesión de
los hechos posteriores es narrada por los historiadores que se ocupan del
reinado de Felipe II. Se conoce del socorro del capitán Diego de la Gasca, como
hemos señalado supra, procedente de Adra a mediados de enero de 1569. Las
fuentes, como hemos mencionado, hacen referencia a que algunas cautivas serían
llevadas a Ugíjar o Andarax. Asimismo, el Marqués de Mondéjar, procedente de
Granada recorre las Alpujarras al frente de un copioso ejército. Entre los
liberados por el marqués se mencionan un total de 90 personas entre Berja y
Dalías que serían llevados a Granada. Lirola indica que muchos de los moriscos
se rindieron a las tropas reales pero que ante el contínuo desprecio de los
soldados castellanos se aliaron con las hordas de Aben Humeya. Antes de la
llegada de Juan de Austria a las Alpujarras, Dalías sería saqueada por los
cristianos que tomaron a numerosas mujeres y niños como cautivos y, como
veremos después, encomendados. Cabrillana (Documentos
Notariales referentes a los moriscos, 1569-1571, 1978) recoge un documento
fechado a 10 de marzo de 1569 en el que un residente de Cartagena requiere el
cobro de la parte que le corresponde por la cabalgada de Dalías, además de
ganados, esclavos, ropa… Otros documentos hacen referencia al apresamiento de
varios esclavos durante la citada cabalgada. En la misma obra, se recoge otro
documento a nombre del capitán García de Villarroel con fecha 3 de agosto de
1570 en el que vende esclavos procedentes de la cabalgada que el mismo
Villarroel haría sobre Dalías, comentándose que “al presente están por segunda
vez rebelados contra la Corona de Su Majestad”. Esta cabalgada pudo ser la
misma que se cita en un documento notarial a fecha 20 de diciembre de 1570, en
el que se cita una venta de una esclava procedente de esta cabalgada fechada a
principios de agosto del mismo año. Tanto Juan de Austria como el Comendador
Mayor de Castilla Luis de Requesens estarían en Dalías durante 1570. Éste
último construye un fuerte desde principios de octubre hasta el día 15 de ese
año, construcción que García Rubio piensa que se pudo montar en el viejo hisn o
en el cerro de la Santa Cruz, a unos 200 m al nordeste de Ambrox. Este fuerte
debió fabricarse con materiales de tipo frugal, posiblemente madera, lo que
explicaría que la obra durase apenas unos 15 días. La resultante final tras la
rendición morisca de 23 de marzo de 1571 se puede sintetizar en los siguientes
puntos:
1. Antes incluso
del fin de la guerra se dictamina en 1570 una nueva Pragmática en la que se
obliga a la deportación de cristianos nuevos o moriscos con indiferencia de su
participación en la rebelión o no. Martínez Sampedro (1990) señala que en la
capital vivían 300 familias moriscas que no se rebelaron pero que serían
deportadas igualmente. Ello significó el despoblamiento general de
numerosísimos pueblos almerienses. Ello se acrecienta con el hecho de muchos
cristianos viejos huyen de estos pueblos durante la guerra y se refugian en
lugares más seguros como Almería, Vera, Mojácar o Purchena, según extraemos de
Cabrillana (Repoblación y despoblación de
Almería, 1572-1599, 1977). La suma que hace Cabrillana es de 80 poblaciones
abandonadas durante o tras la guerra, entre los que se encontrarían Almacete,
Almobara, El Marge y Obda. La deportación fue organizada por García Villarroel
y Pedro de Padilla, comisionados para tal efecto, que comenzó a concentrar a
los moriscos en noviembre de 1570 en Almería. El mismo Cabrillana indica que la
cantidad de moriscos expulsados de la taha de Dalías sería de unos 600. Aunque
una parte huiría al norte de África, muchos de ellos serían llevados a
Castilla. García Rubio (1989) da una cantidad genérica de 8500 moriscos
almerienses que llegan a Sevilla mientras Lirola (2002) reduce la cifra a 5500.
2. Lo que otrora
sería una zona de cierta prosperidad, con una vega irrigada, huertas,
actividades de molinería, cultivo de uva, seda… se desestructura por el
abandono y destrucción en apenas dos o tres años. Se conoce que de los 22
molinos y almazaras que estaban activos antes de la guerra quedaron arruinado
20. La actividad económica de la zona alpujarreña solo se reactivará bien
entrada la Edad Moderna. Actividades como la ganadería desaparecen casi totalmente.
Cabrillana (1978), refiere un documento notarial fechado a 24 de enero de 1569
en el que varios pastores cristianos viejos solicitan mediante poder notarial
cobrar las partes que corresponden a las más de 220 cabezas de ganado vacuno
recogidas en el Campo de Dalías que pertenecían a los moriscos rebelados
alpujarreños.
3. El patrimonio
eclesiástico cristiano sufre una merma considerable. Cabrillana habla de hasta
234 iglesias destruidas durante la guerra, 86 de las cuales estarían en la
Alpujarra. De estas, muy posiblemente se encuentren las parroquias dalienses de
Santa María de Ambrox y de Santa María de Alaizan que, aunque probablemente no
fueron derribadas sí perderían todos sus ajuares, imágenes, herrería…
4. Hasta la
repoblación la taha de Dalías mantendría una muy exigua población, centrada en
las aldeas de Ambrox, Celín y Aljízar. Lirola menciona a Bernard Vincent que en
su obra (La población de las Alpujarras en el siglo XVI, 1995) indica que
Ambrox tendría unos 100 habitantes en 1571. Sería la suma de cristianos viejos
y de la soldadesca que aún se mantenía en la zona.
5. Aunque gran
parte de la población morisca fue deportada, no ocurrió lo mismo con cierto
sector de la población como es el caso de muchos niños (buena parte de ellos
huérfanos) y un sector de mujeres. Las distintas correrías cristianas
permitieron cautivarlos. Se conoce, que hubo al menos una correría en 1569 y
otra protagonizada por García de Villarroel a principios de agosto de 1570. Cabrillana
(Almería en el siglo XVI: moriscos
encomendados, 1975) aclara que hubo niños que se quedan como encomendados
“como forma de dependencia personal, con la finalidad de proteger a buena
cantidad de niños moriscos, huérfanos de los desmanes de muchos cristianos
viejos”. No obstante, debió ser mayor el número de niños o mujeres que
adquirieron la condición de esclavos, como se observa en los documentos
notariales fechados en la guerra. De aquí, de la obra de Cabrillana que los
recopila, podemos extraer lo siguiente:
- En el año 1569
se produce al menos una cabalgada cristiana que toma prisionero a niños,
mujeres y algún varón. En ese año queda recogida la venta de 7 esclavos menores
de 16 años a un precio entre los 18 y 40 ducados, y dos jóvenes mujeres de 17 y
20 años vendidas por 60 y 50 ducados respectivamente. Todas estas personas
procedían de la que denomina “cabalgada
de Dalías” que derivó un cupo de esclavos para los participantes. La primera
venta está fechada a 22 de febrero de 1569 aunque esta correría se debió
producir en enero puesto que el 24 de ese mes varios pastores reclaman su cupo
de ganado derivado del abandono de los moriscos huidos
- Durante los
años 1570 y 1571, como hemos mencionado hubo, al menos, otro asalto a Dalías,
protagonizado por Villarroel, a primeros de agosto. Los documentos que refiere
Cabrillana en relación a cautivos dalienses son todos posteriores a esta fecha
por lo que podemos pensar que la única toma de esclavos o futuros encomendados
de 1570 fue la de Villarroel. En la documentación mencionada contamos un total
de 16 esclavos menores de 16 años procedentes de Dalías o el Hizan a precios
similares a los del año anterior. Entre los datos anecdóticos está la venta que
hace el mismo Villarroel de varios esclavos, entre los que figura Salvador,
hijo de Bartolomé Garabito del Hizán (vendido dos veces a principios de agosto
del 70), que probablemente tenga algún vínculo con el famoso beneficiado. Entre
los esclavos, mujeres y hombres, mayores de 16 años contamos un total de 12,
todos procedentes de la taha de Dalías y de la misma cabalgada de Villarroel.
En este año de 1570 se observan los primeros encomendados en la obra de
Cabrillana. En total sumamos 7 niños procedentes de Dalías, todos menores de 8
años, que reciben una carta de soldada y servicio con la condición de ser
adoctrinados y alimentados. Cuatro de ellos serían entregados por el auditor de
Su Alteza el Licenciado Navas de Puebla. Se intuye, por la documentación que
transcurridos el tiempo serían libres puesto que en algunos documentos aparece
cláusulas como “la tendrá 20 años en su casa y le dará 30 ducados cumplidos los
20 años.” Cabrillana (1975) comenta que el número de encomendados dalienses
sumaría un total de 13 niños.
La consecuencia
principal de la guerra de las Alpujarras sería la expulsión de los moriscos o
cristianos nuevos del Reino de Granada. A 24 de febrero de 1571 Felipe II
firmaría el documento por el que se confiscan los bienes de aquellos y su
expulsión del Reino. Para ello se exponen una serie de condiciones encaminadas
al apeo y deslinde todos los bienes moriscos que serían repartidos entre los
nuevos pobladores procedentes fundamentalmente de Castilla. Martínez Sampedro
(1990) sintetiza estas condiciones. En líneas generales se estipula que los
nuevos pobladores vendrían de fuera del Reino granadino, recibiendo haciendas,
suertes, viñas… estando obligado a habitar sus nuevas casas y a roturar y
cultivar las tierras. Entre las condiciones curiosas, como después veremos, se
obligaba a encauzar las aguas de riego o construir presas en los ríos. Para
todo ello se haría un Libro de Apeo de todos estos bienes en los que figuraba
el reparto en el que figura la obligación de pagar al rey un real al año como
censo perpetuo. En el caso de Dalías (seguimos fundamentalmente la obra de
Ponce Molina, Repartimiento de Dalías,
1985), el 5 de octubre de 1574 recibe el escribano granadino Gaspar de
Davila la comisión de poblar “los lugares del reyno de Granada que han quedado
yermos y despoblados de él los moriscos que vivían en ellos por su rebelión y
levantamiento” especificándose las siguientes condiciones generales:
- Los nuevos
pobladores recibirán en propiedad casas, tierras, huertas, viñas que estarán
bajo el señorío real, pagándose por cada casa un real anual y la décima parte
de los frutos.
- En la taha de
Dalías se poblarían con 100 vecinos Ambroz, Alhizán y Ambroz pudiéndose usar lo
materiales de las casas de las alquerías de Almacete, Odba, El Marje y
Almobara.
- Se deslindaría
y amojonaría la taha con un único término redondo, usándose a moriscos
expulsados como peritos. Estos moriscos, conocedores de la taha, permiten
perpetuar buena parte de la toponimia islámica, desconocida para los nuevos
pobladores y comisionados. Tapia señala que el tamaño total del término sería
de 5 leguas de ancho por 5 leguas de largo
- Los pobladores
provendrán de fuera del Reino de Granada, teniendo que aportar “de donde son
vecinos y el caudal que cada uno tiene para que conforme del Comisario de la
población les señale las suertes que ha de hauer en cada lugar”.
- Se repartirían
dos suertes con dos casas cerca de la iglesia para el beneficiado y el
sacristán prevaleciendo los derechos del curato sobre el beneficiado, si éste
no administraba de facto la parroquia.
- El abandono o
la falta de ocupación durante dos años seguidos supondría la pérdida del
derecho a casa y a labrar las suertes
que le correspondan.
- Los hornos
pasarán al nuevo Concejo, como bienes de propios, mientras que las fábricas u
hornos de tejas y ladrillos se darían a “persona que lo hagan y den precios
justos”, esto es: trabajadores de este gremio. El libro de apeo menciona que
antes de la rebelión había 22 molinos de pan, quedando en pie tras la guerra
dos. En relación a las almazaras, existían 7 de origen morisco, uno de ellos en
el Hizán, que se menciona como derribado.
- Para evitar
posibles pleitos se ordenó que el repartimiento de suertes o casas quedase
recogido por escribano público. El libro de Apeo de Dalías sirvió como
verdadero documento constitucional de la taha de Dalías durante la Edad Moderna
con una función tributaria, de registro de la propiedad o de límite del
Concejo.
Una vez
expuestas las condiciones del repartimiento el reparto efectivo tendría lugar
el 4 de septiembre de 1575, comenta Lirola, momento en que Gaspar Dávila les “da a todos la posesión real, corporal y
actual de toda la taha”. Como hemos comentado, junto a las casas se
reparten, al menos una suerte de tierra por cabeza, aunque si observamos el
Libro de Apeo tenemos que algunos vecinos reciben dos, tres, cuatro, cinco y
hasta siete. Ello se explica con motivo de la profesión o de los méritos
militares o servicios prestados a la Corona. Este debió ser el caso de Alonso
Asensio el Viejo, nuevo alcalde ordinario de Dalías que recibe 7 suertes o su
hijo que recibe 4. En total estaba previsto repartir 140 suertes entre 100
vecinos. No obstante, Ponce Molina (1985) indica que finalmente se repartirían
131. La composición de cada suerte era la siguiente: 20 marjales de regadíos,
11 olivos buenos, 1 “onza de cría de seda” y 12 fanegas de secano. El total de
marjales en la vega de Dalías era de 2848,25 divididos en 365 parcelas. De
estos a El Hizan le corresponden 133,5 marjales o 42 parcelas. De los 100 vecinos que inicialmente repueblan
Dalías conocemos la procedencia de al menos 71, de los que 66 tendrán origen en
lo que sería el Reino de Castilla (incluido el Reino de Granada) y solo 5 del
Reino de Aragón. Esto contrasta con las noticias que tenemos de la ciudad de
Almería, puesto que –informa Martínez Sampedro (1990)- el mayor contingente
proviene de Valencia y Alicante, junto a Murcia y Jaén. El desglose de
procedencias de los nuevos pobladores se puede sintetizar así:
- 26 cristianos
viejos de la taha de Dalías (incluidas 10 viudas) y un poblador de Granada.
Aunque la existencia de antiguos dalienses es bastante justificable algunos
datos indican que no recibirían sus antiguas casas. Por ejemplo, Juan Gaytán
recibe la casa del morisco Lorenzo el Hazara, en el Hizán. No se puede explicar
la existencia de un repoblador granadino puesto que las condiciones iniciales
indicaban que los nuevos vecinos debían venir de fuera del Reino de Granada.
- De la actual
Andalucía, al margen del reino de Granada, tenemos un total de 21: 12 de Cádiz
(todos de Gibraltar), 2 de Córdoba, 1 de Málaga (Olias), 2 de Córdoba, 3 de
Jaen y uno de Sevilla.
- Dos nuevos
pobladores vendrían de la vecina Murcia.
- 19 pobladores
tienen origen en el Reino de Castilla (Zamora, Guadalajara, Salamanca, La
Rioja, Cáceres, Segovia, Ciudad Real, Albacete, Cuenca y Burgos)
- 5 del Reino de
Aragón: 2 de Mallorca, dos valencianos y uno de Tarragona.
- De 23
pobladores no aparece mencionada la procedencia y de 6 no hemos sabido
localizarlas (Villagila, Villar, Torres, Gorzuela y Sigura).
La nueva
administración, una vez tomado posesión de los bienes a 4 de septiembre de
1575, estaría formada por los gibraltareños Alonso Asensio el Viejo y Juan
Martín como alcaldes ordinarios (cuya condición como tal o tal vez su
participación en la guerra le permitieron recibir 7 y 3 suertes
respectivamente) y Alonso Pérez y Andrés López como regidores. Además,
pertenecía al corregimiento de Granada y, hasta 1753, a la alcaldía mayor de
Ugíjar. Cabrillana (1977) señala que la repoblación de las Alpujarras durante
este último tercio del siglo XVI tuvo un éxito muy limitado. Por ejemplo la
capital se repuebla pero se abandonan sus alquerías; la taha de Almejímar se
agrupa en torno a Félix, despoblándose Énix y Vícar; en el valle del Andaratx
no se pueblan Benahadux, Alhamilla, Rioja o Quiciliana; en Berja se despueblan
Pisuela, Castala, Rigualte o Ylar; y en Dalías, ya hemos comentado que solo se
poblarán Celín, Alhizan y Ambrox. Lirola (2002) presenta una tabla, tomada de
la obra de Vincent (1995) en la que se observa el relativo fracaso del
repoblamiento daliense. De los 600 vecinos existentes en la fase previa a la
guerra se pasan a 100 en 1571 y 63 en 1574 (dato que parece incoherente con lo
que hemos estado comentando arriba), 83 en 1576, 78 en 1587 y 98 en 1591. Otros
datos de población son indicados por Tapia (1964). Este autor indica que
durante la visita en marzo de 1574 (8 meses antes de la comisión dada a Gaspar
Dávila para el apeo y repartimiento de Dalías) de Juan Rodríguez de Villafuerte
Maldonado se mandó colocar 180 pobladores entre Ambroz y el Hizán (indica que
había 62 al corriente que debían dividirse en 35 en Ambroz y 27 en el Hizán).
Esta estimación no tendría efectos como hemos apuntado. El libro de apeo, que
es el que nos indica que los repobladores de 1575 serían 100, menciona un total
de 381 personas que estarían en posesión de algunas de estas suertes durante el
momento inicial del repoblamiento. Ello podría explicar una cierta condición
itinerante de estos pobladores, quizás debido a las causas del fracaso poblacional
en las que redunda Cabrillana: inseguridad de las costas ante los ataques
piráticos (a fines de noviembre de 1572, por ejemplo, barcos piratas alcanzan
Cuevas cautivando a 300 personas, lo que no animaba a la llegada de nuevos
pobladores) de lo que la costa de Dalías no se salvaba; problemas para el
comercio; abusos burocráticos e impuestos como el de Millones, decretado por
Felipe II para sufragar las guerras y la crisis económica. Entre las medidas
que se fueron tomando ante la llegada a las costas de corsarios y piratas
berberiscos y turcos debe figurar la reconstrucción o reutilización de torres
costeras. En el campo de Dalías, entre Adra y Aguadulce ya mencionamos varias
construcciones realizadas entre el siglo XIII-XIV, con motivo de la inestabilidad
producida por la guerra del Estrecho (Guainos, Torre Alhamilla, Punta Entinas y
Torre Cerrillos).
El proceso de
repoblación, tanto antes de efectuarse la misma como durante el resto del siglo
XVI estuvo marcado por la presencia de visitadores reales procedentes del Reino
de Granada. Lirola indica que la función de los mismos era dar cuenta de
aspectos relacionados con la jurisdicción, la población al corriente, los
cultivos o los edificios existentes. Para tal efecto se eligieron a Arévalo de
Zuazo, Juan Rodríguez de Villafuerte Maldonado y Tello González de Aguilar. La
visita de Juan Rodríguez de marzo de 1574, mencionada anteriormente, señala que
tanto la iglesia de Ambroz como la del Hizán estaban quemadas. Fechado en un
momento similar, tenemos la visita del procurador general de las Alpujarras
Juan Medrano en la que, comenta Tapia, que la población de Dalías está en lugar
inadecuado y apartado, por lo que debía trasladarse donde estaba antes “que es un sitio muy útil y está en medio de
las haciendas y en él ay una iglesia, que costó doze mil ducados hazella y está
nueva, y alrededor della se haga una muralla quadrada donde quepan hasta
ochenta casas para otros tanto vecinos, que ay en el diço lugar, que costará
quatro mil ducados… pues hecha la dicha muralla, será el mejor lugar que
hubiese en la población”. En relación a esto, Tapia opina que la población
de Ambroz se asentaría en el Hizán durante un tiempo debido a algún posible
desembarco. De lo comentado anteriormente nos encontramos con datos divergentes.
Lirola apunta que entre fines de 1578 y principios de 1579 se recibe en Dalías
al visitador del arzobispado de Granada Alonso López Carvajal. En relación a él
se menciona que la iglesia no estaría quemada, mientras que otros datos indican
que la misa se daría por el cura Francisco de Cabrera en el fuerte de Dalías a
la guarnición. En relación a este fuerte Lirola especula con la situación del
mismo. Ya se ha mencionado su posible ubicación en el mismo hisn o castillo
viejo del Hizán. No obstante, Lirola piensa que podría estar en la calle San
Cristobal, antiguo barrio del Presidio, conocido aún como la Inquisición.
Estuviera en el Hizán o en la misma Ambroz-Dalías pensamos que esta
construcción se trataría de un edificio en cierto modo frugal puesto que su
construcción se realiza en apenas unas semanas. Una última visita la realiza el
18 de agosto de 1593 uno de los regidores (un veinticuatro) de Granada, Jorge
de Baeza y Haro, en el que encuentra a 83 pobladores, consignando las suertes,
casas o el estado de las parroquias, señalando que la iglesia está en
condiciones.
Villagila,(Albacete)
ResponderEliminarVillar ( Pedania de Puertollano)
Torres (( Jaen)
Gorzuela , es un error del escribiente, es Grisuela ( Zamora) ya que Bartolomé Gómez es de allí y Balthasar Gómez es posiblemente su hermano por semejanza del apellido. Sigura es Segura ( Murcía). El Vecino de Granada Alonso Alcantara es descendiente de un capitan de Los Reyes Cátolicos que se quedó después de la Reconquista, así como Maldonado.