sábado, 3 de mayo de 2014

Siglo XVI en el Campo de Dalías (Almería)

Patrice Cressier describe la evolución de las alquerías dalienses desde la conquista hasta su posterior evolución durante la Edad Moderna basándose en documentos como el Libro de apeo, el catastro de Ensenada o la historiografía moderna. A partir del libro de apeo, fuente que describe los bienes existentes en la taha y que serán objeto del repartimiento de los años 70 del siglo XVI, se contemplan cinco núcleos habitados: Ambroz o Amrus (con los barrios de Almovara y El Marge), Alhiçan, Celín, Odba o Códbar y Almecete. Cressier concluye que tras la conquista se va perdiendo el nombre original de Amrus a favor del nombre de la taha, Dalías. Asimismo, señala que el barrio situado junto al antiguo hisn conservaría una preponderancia formal en cuanto a Celín. En relación a la administración, la conquista castellana establece el sistema usado en el resto del reino. Almería recibe un fuero y se establece un concejo elegido mediante insaculación, recibiendo a su vez una serie de bienes propios y exenciones que facilitasen la lenta repoblación del país. En el caso de Dalías, formaría parte del corregimiento de Granada y de la alcaldía mayor centrada en Ugíjar. Las alcaldías menores la formarían dos regidores, dos alcaldes y un alguacil tras real cédula de 8 agosto de 1501.


La rebelión de 1500 fue una causa más que incita a la unificación religiosa. El entonces arzobispo de Toledo y Primado de España, el cardenal Cisneros, ya había dejado de cumplir el pacto de libertad religiosa. Fue el germen de la conversión general o el exilio, por lo que a partir de ahora la población de origen nazarí almeriense serían moriscos o cristianos nuevos. Lirola Martín (2002) indica que a 30 de junio de 1500 se conceden favores y franquezas para los bautizados, con lo que quedarían libres de las multas generadas por la reciente rebelión. Este aspecto se daría en la taha de Dalías, donde se perdonaría la multa con que se castigó a los moros rebelados en las Alpujarras, así como el obsequio de telas y otras mercedes. Un mes más tarde se procede a la conversión general, consagrándose mezquitas y erigiéndose parroquias. Continúa Lirola diciendo que el arzobispo de Sevilla Diego Hurtado de Mendoza, bajo Bula papal, sería el encargado de organizar las nuevas parroquias de las Alpujarras. Tras el reparto de los bienes pertenecientes a las instituciones religiosas islámicas se redacta la Bula “Ad illam fidei” por Inocencio VII, en la que se ordena la asignación del diezmo en beneficio de las iglesias del reino de Granada. Es, por tanto, esta fecha de 1501 cuando se erigen las parroquias dalienses. Por un lado, Santa María de Ambrox, situada con toda probabilidad en la antigua ubicación de la mezquita mayor, y dotada con dos beneficios simples y dos sacristías; y en segundo lugar, Santa maría de Alayzán, ubicada en la actual ermita de los Dolores o de Aljízar, también dos beneficios simples y dos sacristías.  En el primer caso, esta bula señala la parroquia de Ambroz con los anejos de Hobda y Almeces y en el segundo la de Alayzán con Celín como anejo. Quizás, en esta misma fecha se purifica la rábita de Dalías o la Garita con una serie  de grafitos a base de cruces u omegas. Las parroquias, verdaderas vertebradoras de la nueva organización planteada a inicios del XVI serán controladas por una comisión de los RRCC que revisarán la construcción y reparación de los templos. Lirola, en su estudio de la parroquia de Ambroz, detalla una carta que envía el visitador de las Alpujarras al arzobispo de Granada Gaspar de Avalos en 1530 en la que se menciona que habían sido levantadas siete iglesias en las Alpujarras hasta esa fecha: Ohanes, Laujar, Dalías, Adra, Timar, Pites y Torvizcón. En esa misma fecha se hace el apeo o registro de los bienes habices, de las instituciones musulmanas, que hasta el momento no había sido repartido entre las nuevas parroquias. Tapia indica que en 1535 algunos beneficiados de Dalías se apropian de estos habices entre los que se incluían olivos y turnos de riego. 


Durante los años que van desde la erección de las parroquias hasta la rebelión de 1569 los datos que se tienen hacen referencia fundamentalmente a las emigraciones al norte de África, el acoso de corsarios turcos y la división de los turnos de riego, hecho este último que debe heredarse de época, al menos, plenomedieval. Tapia hace especial mención a la intervención de estos piratas que acosaban tanto la costa como el interior de la taha. Entre los datos que se aportan tendríamos al alguacil morisco Juan de Sanrit (Lirola lo llama Xantel o Santid) que se enfrenta a estos piratas en la sierra de Gádor bajo encargo del Conde de las Tendillas en 1509. Este mismo último personaje pediría al tesorero real Varga la cantidad de 20000 maravedís en compensación por la pérdida sufrida por el alguacil. Como dato curioso, Lirola menciona que este alguacil pide vivir en la torre de la fortaleza de Rebada del Heçan de Dalías para su propia defensa. En tanto a la situación de esta torre, no nos queda más que especular con el antiguo hisn o con la actual torre de Aljízar. Este contexto de contínuos ataques piráticos debió repetirse durante todo el siglo XVI. En 1522 vuelve a haber un desembarco en la aldea pesquera de Balerma, acosando el campo de Dalías y cautivando a moriscos de Dalías y Berja, por los que se pediría rescate. Otro de los hechos que mermarían la taha sería la emigración o huida de moriscos al Norte de África. Lirola indica que en 1509 emigran 40 familias y en 1512 50 personas. La resultante final sería que de los 600 vecinos que habitaban las alquerías dalienses en 1490 la población se reduciría a 442. Entre los datos que Tapia refiere al tema destaca el recurso impuesto por la morisca de Dalías Isabel Raján contra el embargo de sus bienes por la huida de su marido. Isabel aseguraba que éste había sido cautivado. Otros casos datan de la década de los 50. Alonso Abenria y Miguel Haristuan son embargados por tránsfugas en 1550; en 1553 hubo nuevos secuestros de dalienses; en 1556, continúa Tapia, un morisco puso pleito por el embargo por error de sus rentas, puesto que fue enajenado de sus bienes en el tiempo que había estado secuestrado. Los números poblacionales de Tapia para este intervalo de fechas indican que los tránsfugas en total fueron 400 entre 1509 y 1512 y 100 entre 1530 y 1568.

Un último aspecto que encuadramos en el período anterior a la rebelión de 1568 es el aprovechamiento del agua en Dalías. Como ya se ha mencionado, el aprovechamiento de los recursos hídricos es fundamental en el área de las Alpujarras, toda vez que el régimen de lluvias tan especial del sudeste provoca que la red fluvial se componga básicamente de barrancos y ramblas. Así, desde época premedieval, una de las pocas fuentes de captación de agua de la zona – el Nacimiento de Celín – es aprovechado para irrigar la vega. Los datos documentales con los que comentamos se extraen de la lectura de los libros habices, donde se detallan las dulas o tandas de riego. Espinar Moreno (El término árabe dawla “turno de riego” en una alquería de las tahas de Berja y Dalías: Ambroz, 1995) señala que estas dulas serían nombradas con nombres referentes a accidentes geográficos, antropónimos… Muchos de estos turnos pasan a pertenecer a la parroquia de Ambroz, beneficiándose de muchas horas de agua. En los mismos bienes habices se mencionan a 77 propietarios en Ambroz que usarían su derecho a riego. Entre los regantes, tenemos a Francisco Santid (quizás familiar del alguacil Juan Santid), que pagaba 15 reales para un uso de 3 horas. Los apellidos de estos pobladores de la I mitad del XVI delatan su origen islámico en gran parte. Muchos solo cristianizan su nombre de pila. Como ejemplo tenemos Hemza, Pinex de Robles, Chonayfar, Maxcarul, Calafibraji, el Dabni, Tabpeni, Dureyna… 



Expulsión morisca y repoblación cristiana

Los hechos que suceden, fundamentalmente a partir de mediados de la década de los 60 del siglo XVI han sido descritos por varios historiadores de Edad Moderna, como Bermúdez de Pedraza o Mármol Carvajal, incidiendo especialmente en los sucesos ocurridos durante la rebelión morisca en la misma Dalías. Martínez Sampedro (El proceso repoblador en Almería y su comarca, siglos XV y XVI, 1990) hace referencia a los problemas de integración de los moriscos tras las conversiones generales producidas a principio de siglo. Por lo general, estos moriscos mantuvieron sus costumbres, lengua y su religión, hecho éste que supuso la aplicación de medidas represoras por parte castellana. A 19 de diciembre de 1566 se da la pragmática real por la que se prohíbe a los moriscos continuar con sus costumbres, esto es: lengua, anulación de contratos en árabe, nombres, baños, vestidos,… Resultado de esto sería la rebelión morisca de 1568, que se extendió por gran parte de Almería hasta 1571. Tapia indica que era esperada por las fuerzas castellanas. Así, Luis Hurtado de Mendoza (marqués de Mondéjar), Capitán General del Reino de Granada y su hijo el Conde de Tendilla refuerzan la costa de Adra (en la cerca urbana construida durante este siglo en la actual Adra, en contraposición con el hábitat abderitano islámico, que estaba en la Alquería). García Rubio (Historia de Dalías y de su antiguo término municipal, 1989) indica que el inicio de la rebelión se daría en Béznar (Granada) el día 23 de diciembre, con la proclamación de Fernando de Córdoba y Valor, conocido como Aben Humeya. En las Alpujarras, Ugíjar, Lanjarón u Orgiva y en general la mayoría de las tahas se unen igualmente a esta rebelión lo que produjo numerosos martirios, quemas de iglesias y asesinatos en general a cristianos nuevos y viejos. En esa fecha,  señala Tapia, se encontraría en la misma Dalías el capitán Diego de la Gasca con una tropa de 40 soldados. Éste pediría refuerzos a García de Villarroel. Dos días después sería el turno de Berja y el 25 o 26, la revuelta llega a Dalías. En este punto, la narración de la llegada de las fuerzas moriscas a la taha es documentada por varios autores de forma distinta desde el siglo XVII y XVIII. Bermúdez de Pedraza (Historia Eclesiástica del Reino de Granada, 1638) lo narra así: “Es cabeza de de seis lugares, y fue fiel entre tantos infieles. A un zerro desta villa llegó el Moro Rendin con algunas banderas de Moros tendidas, dia de fiesta,  y a tiempo que la gente entrava en la Iglesia a Missa, era el primero dia de Pasqua. Baxó el Moro del zerro con cincuenta tiradores, diciendo a los Moriscos que se alçassen, porque lo estaban todos los lugares del Alpuxarra. Respondieron los Moriscos, que no querían hazer mudança. Enfadose Rendin de su respuesta, y replicó, que se avian de levantar mal desu grado pues toda el Alpuxarra lo estaba. Y mandó pregonar, que pena de la vida; todos los Moriscos saliessen con sus armas a la plaça, y executó la pena en algunos que salieron, mandolos matar, y saquearles las casas, como a Christianos enemigos de Mahoma: dichosos ellos si dixo verdad. Entró en la Iglesia y robola, hizo astillas el retablo, las Imágenes, y pila de bautismo: con ser tan amigos de agua los Moros, aborrecianla mortalmente. Estava en la Iglesia una Morisca, que fue rosa entre tantas espinas, y reprehendio a los sacrílegos hereges que profanaban las cosas sagradas, y viendo los gozquillos de los muchachos Moriscos traian entre dientes las hojas de los Missales, y las hazian pedaços, arroxandolos por el suelo, se los quitó, y reprehendioles por ello, y un Moro se volvió contra ella diciendo muchas injurias a la buena mujer, y le cortó la cabeça de un golpe de cuchilla: en un relicario de oro quisiera tenerla, y saber el nombre desta santa martyr para encomendar a la posteridad su memoria. Salvaronse algunos Christianos a uña de cavallo huyendo para Adra, fuerça en la costa del mar, pero los que se quedaron en Dalias fueron presos, y muertos en sus casas por no querer dexar la Religion Chistiana. Los Beneficiados Antonio de Cuevas, y el Maestro Garabito, y un hermano suyo con otros Christianos, se hizieron fuertes en la torre, pussieronles fuego, y por no morir quemados se dieron a partido a tiempo que los barbaros nole admitían. Dexavalé caer de la torre por estar la escalera ocupada de el fuego, hombres, mujeres y niños, quebrandose piernas, braços y cabeças, y el alivio que hallavan a baxo, era el cuchillo y la muerte, piadosa a sus dolores. En esta Taha fueron pocas las mujeres y niños que tomaron por cautivos para que el numero delos martyres fuesse mayor: felicissima tierra, cultivada con sangre de martyres emula de la mas fecunda en estos frutos, de la primitiva Iglesia.” Juan de Ferreras en su Synopsis histórica cronológica de España, publicada en 1775 nos relata una versión un tanto diferente de la de Bermúdez: “El mismo dia (25 de diciembre) á las nueve de la mañana un Morisco llamado el Rendin llegó con algunas compañías tendidas las banderas a un cerro cercano de Dalías, y con cincuenta arcabuceros entró en la villa diciendo que se levantasen, porque ya toda la Alpujarra lo estaba. Los Moriscos respondieron no podían executarlo, porque era muy peligrosa la mudanza: replicó el Rendin que se habían de levantar mal de su grado, y mandó pregonar pena de la vida que saliessen todos con sus armas á la plaza, y á los que no lo executassen, mandó matar, y que se saqueassen sus casas casass. Fueron luego á la Iglesia y la saquearon, demoliendo los Altares, quemando las Imágenes y profanando lo sagrado. Estaba en ella una mujer de nación Morisca, pero muy buena Christiana, y movida de zelo Catholico y daba las hojas á los muchachos Moriscos, procuró quitárselas de las manos; de que irritado él dándola muchas cuchichalladas en la cabeza, la quitó la vida. (Hasta que no difiere de la versión de Pedraza). Fueron luego a saquear las casas de los Christianos, que no eran mas que veinte y tres, y los prendieron, y entre ellos al Maestro Garabito Beneficiado, Miguel Garabito su hermano, Antonio de la Cueva Beneficiado, y un sacerdote de apellido Guzman. Al Beneficiado Garabito abrieron el pecho y el vientre, y fueron poco á poco sacándole las tripas, arrancándoles la asadura y el corazón, en cuyo tormento entregó su alma á Dios; pero aquellos barbaros para saciar su odio hicieron pedazos á cuchilladas el cuerpo, y no contentos con esto le llenaron de polvora y le dieron fuego para que del todo se abrasasse. Al Lic. Antonio de las Cuevas, Miguel Garabito y los demás quitaron la vida á cuchilladas y estocadas, padeciendo todos gustosos por Jesu Christo.”  La versión de Mármol (Historia de la Rebelión y castigo de los moriscos del Reyno de Granada, 1797) coincide en gran parte con las dos anteriores aunque añade que su fuente serían algunos moriscos y cristianos contemporáneos a él. Entre los datos que aportan habría que reseñar que el moro Rendedi llega a Dalías el mismo día en que se alzan en Berja, esto es el 25 de diciembre. Entre las nuevas aportaciones, señalamos la siguiente: “Algunos Christianos, así clérigos como legos, fueron presos y muertos en sus mesmas casas; otros munchos se habían ido con tiempo á la villa de Adra. A los beneficiados Antonio de Cuevas, y maestro Garavito, mataron luego dentro de sus casas. Un hermano del maestro Garavito, y con él algunos Christianos de aquel lugar y de los otros de la taa, se metió en la fortaleza vieja de Dalías la alta, y allí se defendieron tres días; mas los enemigos de Dios juntaron muncha leña, y zarzos de cañas y tascos, y les pusieron fuego; y al fin viéndose sin defensa, y sin remedio de socorro, y que se quemaban vivos, pidieron que los recibiesen á partido; mas los traydores haciendo burla de ellos, y deseando matarlos con sus manos, les dixeron, que se echasen de la torre abaxo, que ellos los recogerían, pues no podían baxar por la escalera; los quales huyendo del fuego, que los cercaba ya por todas partes, se arrojaron de arriba…”. Tapia nos aporta otros datos a sumar a los que ya tenemos, fechando la toma de Dalías entre los días 26 ó 27, momento en que los moriscos de Berja se unen a los monfíes. En la versión que aporta comenta que los moriscos de Berja fueron en primer lugar a Celín y la torre del Hizán (refiriéndose a la torre de Aljízar; “aún queda un cuerpo de seis o siete metros”), cometiendo bastantes crímenes antes de bajar a Ambrox. También aporta Tapia la versión de varios testigos indirectos que comentan los hechos un siglo después. Entre estos destaca la siguiente: “ Y aviendo salido de allí (Celín), vinieron a esta villa de Dalías y hallaron recogidos los xptianos en la torre y hechos fuertes en ella en su iglesia, y los cercaron dentro, y avia hasta trescientas personas, y allí estuvieron encerrados más de veinte días, y les falto el agua del algibe que oy ay en la sacristía, y allí nació un niño dentro de la iglesia, que se llamaba Juan de Aguila Lechuga, a quien conocí muy bien, y de sed y hambre murieron muchas personas grandes y pequeñas de pura miseria y falta de alimentos, y un morisco llamado Climen les llevaba algunas cosillas de comer, y sabían esto los moros, y pareciéndoles que aquel conseguiría dellos el darse, les dixeron por su medio se dieran, y el dicho morisco les hazia señas quando les hablaba para que no se diesen, aunque dezia otra cosa con la boca, y llegando esta noticia a don Diego de la Gasca, capitán de la gente de guerra de Adra, natural de Málaga, el grande aprieto y miseria en que los xptianos se hallavan, vino y echó delante a Juan de Acien, soldado de a cavallo, y este vino a ver si los xptianos vivían todavía, y dándoles voces les dixo que tuviesen ánimos que ya llegaba el socorro, y con oir esto los moros que estaban de guarda huyeron, y llego el capitán con sus cavallos, y los sacó de la iglesia y los llevó a Adra, y aviendo llegado a ver aquel miserable espectáculo de difuntos, y que los que vivían estaban para expirar, los niños macilentos y desfigurados, lloró la infelicidad dellos, y conocieron todos los presentes el mucho sentimiento de su corazón.” Una útima visión que destacamos es la de Lirola, en su libro sobre la parroquia de Santa María de Ambrox. Lirola piensa que los martirios dalienses serían la consecuencia de la fidelidad y cristianismo sincero que existiría en Dalías ya a mediados del XVI, destacando a la morisca asesinada a las puertas de la iglesia y al morisco Climen que aprovisionaba de comida a los sitiados en la iglesia. Lirola se basa en el Padre Hitos (Mártires de la Alpujarra en la rebelión de los moriscos, 1934). Entre los curas beneficiados, junto al maestro Garabito (“puesto en prisión” y asesinado posteriormente) figuran los sacerdotes N. Guzmán y Antonio de la Cueva. Además de los numerosos martirizados Hitos indica que algunas cautivas serían llevadas a Ugíjar y a Andarax. Algunos de los liberados por el Marqués de Mondéjar serían enviados a Granada, detallándose que entre Berja y Dalías se liberaron 90 personas.

De lo expuesto, y en síntesis, podemos decir lo siguiente:
- En relación a la fecha en la que los rebelados llegan a Dalías, nos inclinamos por el día de navidad del año 1568. Aunque Tapia, en 1964, indica que tendría lugar entre el 26 ó 27 de diciembre, argumentando que sería este el momento en que los moriscos de Berja se unen a los monfíes, el resto de autores son más propensos al mismo día 25, o pascua de Navidad. Bermúdez, por ejemplo, indica que sería un día de fiesta, “el primer día de pascua”, dato en el que también inciden Ferreras y Mármol en el siglo XVIII. Si se trataba de un día de fiesta en el que los cristianos acudían a la iglesia, como es narrado, solo puede tratarse del día 25 miércoles de pascua de 1568.
- Todos coinciden en que los rebelados estaban liderados por Rendin. En primer lugar se sitúa en un cerro cercano a la actual Dalías desde donde partiría hasta la iglesia de Ambrox. En relación a estas primeras acciones, solo el padre Tapia comenta que el cerro mencionado sería el mismo Celín y el colindante Aljízar. Esta idea es apoyada por la misma situación de Celín, situada en la ruta de Berja a Dalías. Según Tapia los primeros crímenes serían cometidos aquí.
- Desde aquí bajan a Ambrox donde proclaman la rebelión general. Ante la negativa de una parte de los cristianos nuevos y viejos se debieron dar los asesinatos y martirios en los que redundan todos los autores. Bemúdez, Ferreras y Mármol señalan que la iglesia sería saqueada. Esta idea entra en debate con lo que comenta Tapia citando a testigos en las que se asegura que más de 300 cristianos se refugian en la iglesia, por lo que o la iglesia fue saqueada y posteriormente se usó como refugio o se trata de dos versiones divergentes.
- De especial interés es el episodio del padre Garabito. Ferreras y Mármol indican que el maestro Garabito, su hermano y otros clérigos serían cautivados en sus casas y posteriormente martirizados. Bermúdez, en cambio, es de la opinión de que Garabito junto a Antonio de las Cuevas se harían fuerte en una torre. La opinión popular la identifica con la misma torre de Aljízar o incluso con el hisn. Así, Mármol señala que el hermano del maestro de Garabito se refugia en la fortaleza vieja de Dalías la alta, indicación ésta demasiado explícita que aparentemente se refiere justamente al hisn.

La sucesión de los hechos posteriores es narrada por los historiadores que se ocupan del reinado de Felipe II. Se conoce del socorro del capitán Diego de la Gasca, como hemos señalado supra, procedente de Adra a mediados de enero de 1569. Las fuentes, como hemos mencionado, hacen referencia a que algunas cautivas serían llevadas a Ugíjar o Andarax. Asimismo, el Marqués de Mondéjar, procedente de Granada recorre las Alpujarras al frente de un copioso ejército. Entre los liberados por el marqués se mencionan un total de 90 personas entre Berja y Dalías que serían llevados a Granada. Lirola indica que muchos de los moriscos se rindieron a las tropas reales pero que ante el contínuo desprecio de los soldados castellanos se aliaron con las hordas de Aben Humeya. Antes de la llegada de Juan de Austria a las Alpujarras, Dalías sería saqueada por los cristianos que tomaron a numerosas mujeres y niños como cautivos y, como veremos después, encomendados. Cabrillana (Documentos Notariales referentes a los moriscos, 1569-1571, 1978) recoge un documento fechado a 10 de marzo de 1569 en el que un residente de Cartagena requiere el cobro de la parte que le corresponde por la cabalgada de Dalías, además de ganados, esclavos, ropa… Otros documentos hacen referencia al apresamiento de varios esclavos durante la citada cabalgada. En la misma obra, se recoge otro documento a nombre del capitán García de Villarroel con fecha 3 de agosto de 1570 en el que vende esclavos procedentes de la cabalgada que el mismo Villarroel haría sobre Dalías, comentándose que “al presente están por segunda vez rebelados contra la Corona de Su Majestad”. Esta cabalgada pudo ser la misma que se cita en un documento notarial a fecha 20 de diciembre de 1570, en el que se cita una venta de una esclava procedente de esta cabalgada fechada a principios de agosto del mismo año. Tanto Juan de Austria como el Comendador Mayor de Castilla Luis de Requesens estarían en Dalías durante 1570. Éste último construye un fuerte desde principios de octubre hasta el día 15 de ese año, construcción que García Rubio piensa que se pudo montar en el viejo hisn o en el cerro de la Santa Cruz, a unos 200 m al nordeste de Ambrox. Este fuerte debió fabricarse con materiales de tipo frugal, posiblemente madera, lo que explicaría que la obra durase apenas unos 15 días. La resultante final tras la rendición morisca de 23 de marzo de 1571 se puede sintetizar en los siguientes puntos:

1. Antes incluso del fin de la guerra se dictamina en 1570 una nueva Pragmática en la que se obliga a la deportación de cristianos nuevos o moriscos con indiferencia de su participación en la rebelión o no. Martínez Sampedro (1990) señala que en la capital vivían 300 familias moriscas que no se rebelaron pero que serían deportadas igualmente. Ello significó el despoblamiento general de numerosísimos pueblos almerienses. Ello se acrecienta con el hecho de muchos cristianos viejos huyen de estos pueblos durante la guerra y se refugian en lugares más seguros como Almería, Vera, Mojácar o Purchena, según extraemos de Cabrillana (Repoblación y despoblación de Almería, 1572-1599, 1977). La suma que hace Cabrillana es de 80 poblaciones abandonadas durante o tras la guerra, entre los que se encontrarían Almacete, Almobara, El Marge y Obda. La deportación fue organizada por García Villarroel y Pedro de Padilla, comisionados para tal efecto, que comenzó a concentrar a los moriscos en noviembre de 1570 en Almería. El mismo Cabrillana indica que la cantidad de moriscos expulsados de la taha de Dalías sería de unos 600. Aunque una parte huiría al norte de África, muchos de ellos serían llevados a Castilla. García Rubio (1989) da una cantidad genérica de 8500 moriscos almerienses que llegan a Sevilla mientras Lirola (2002) reduce la cifra a 5500.
2. Lo que otrora sería una zona de cierta prosperidad, con una vega irrigada, huertas, actividades de molinería, cultivo de uva, seda… se desestructura por el abandono y destrucción en apenas dos o tres años. Se conoce que de los 22 molinos y almazaras que estaban activos antes de la guerra quedaron arruinado 20. La actividad económica de la zona alpujarreña solo se reactivará bien entrada la Edad Moderna. Actividades como la ganadería desaparecen casi totalmente. Cabrillana (1978), refiere un documento notarial fechado a 24 de enero de 1569 en el que varios pastores cristianos viejos solicitan mediante poder notarial cobrar las partes que corresponden a las más de 220 cabezas de ganado vacuno recogidas en el Campo de Dalías que pertenecían a los moriscos rebelados alpujarreños.
3. El patrimonio eclesiástico cristiano sufre una merma considerable. Cabrillana habla de hasta 234 iglesias destruidas durante la guerra, 86 de las cuales estarían en la Alpujarra. De estas, muy posiblemente se encuentren las parroquias dalienses de Santa María de Ambrox y de Santa María de Alaizan que, aunque probablemente no fueron derribadas sí perderían todos sus ajuares, imágenes, herrería…
4. Hasta la repoblación la taha de Dalías mantendría una muy exigua población, centrada en las aldeas de Ambrox, Celín y Aljízar. Lirola menciona a Bernard Vincent que en su obra (La población de las Alpujarras en el siglo XVI, 1995) indica que Ambrox tendría unos 100 habitantes en 1571. Sería la suma de cristianos viejos y de la soldadesca que aún se mantenía en la zona.
5. Aunque gran parte de la población morisca fue deportada, no ocurrió lo mismo con cierto sector de la población como es el caso de muchos niños (buena parte de ellos huérfanos) y un sector de mujeres. Las distintas correrías cristianas permitieron cautivarlos. Se conoce, que hubo al menos una correría en 1569 y otra protagonizada por García de Villarroel a principios de agosto de 1570. Cabrillana (Almería en el siglo XVI: moriscos encomendados, 1975) aclara que hubo niños que se quedan como encomendados “como forma de dependencia personal, con la finalidad de proteger a buena cantidad de niños moriscos, huérfanos de los desmanes de muchos cristianos viejos”. No obstante, debió ser mayor el número de niños o mujeres que adquirieron la condición de esclavos, como se observa en los documentos notariales fechados en la guerra. De aquí, de la obra de Cabrillana que los recopila, podemos extraer lo siguiente:
- En el año 1569 se produce al menos una cabalgada cristiana que toma prisionero a niños, mujeres y algún varón. En ese año queda recogida la venta de 7 esclavos menores de 16 años a un precio entre los 18 y 40 ducados, y dos jóvenes mujeres de 17 y 20 años vendidas por 60 y 50 ducados respectivamente. Todas estas personas procedían de la que denomina  “cabalgada de Dalías” que derivó un cupo de esclavos para los participantes. La primera venta está fechada a 22 de febrero de 1569 aunque esta correría se debió producir en enero puesto que el 24 de ese mes varios pastores reclaman su cupo de ganado derivado del abandono de los moriscos huidos
- Durante los años 1570 y 1571, como hemos mencionado hubo, al menos, otro asalto a Dalías, protagonizado por Villarroel, a primeros de agosto. Los documentos que refiere Cabrillana en relación a cautivos dalienses son todos posteriores a esta fecha por lo que podemos pensar que la única toma de esclavos o futuros encomendados de 1570 fue la de Villarroel. En la documentación mencionada contamos un total de 16 esclavos menores de 16 años procedentes de Dalías o el Hizan a precios similares a los del año anterior. Entre los datos anecdóticos está la venta que hace el mismo Villarroel de varios esclavos, entre los que figura Salvador, hijo de Bartolomé Garabito del Hizán (vendido dos veces a principios de agosto del 70), que probablemente tenga algún vínculo con el famoso beneficiado. Entre los esclavos, mujeres y hombres, mayores de 16 años contamos un total de 12, todos procedentes de la taha de Dalías y de la misma cabalgada de Villarroel. En este año de 1570 se observan los primeros encomendados en la obra de Cabrillana. En total sumamos 7 niños procedentes de Dalías, todos menores de 8 años, que reciben una carta de soldada y servicio con la condición de ser adoctrinados y alimentados. Cuatro de ellos serían entregados por el auditor de Su Alteza el Licenciado Navas de Puebla. Se intuye, por la documentación que transcurridos el tiempo serían libres puesto que en algunos documentos aparece cláusulas como “la tendrá 20 años en su casa y le dará 30 ducados cumplidos los 20 años.” Cabrillana (1975) comenta que el número de encomendados dalienses sumaría un total de 13 niños.

La consecuencia principal de la guerra de las Alpujarras sería la expulsión de los moriscos o cristianos nuevos del Reino de Granada. A 24 de febrero de 1571 Felipe II firmaría el documento por el que se confiscan los bienes de aquellos y su expulsión del Reino. Para ello se exponen una serie de condiciones encaminadas al apeo y deslinde todos los bienes moriscos que serían repartidos entre los nuevos pobladores procedentes fundamentalmente de Castilla. Martínez Sampedro (1990) sintetiza estas condiciones. En líneas generales se estipula que los nuevos pobladores vendrían de fuera del Reino granadino, recibiendo haciendas, suertes, viñas… estando obligado a habitar sus nuevas casas y a roturar y cultivar las tierras. Entre las condiciones curiosas, como después veremos, se obligaba a encauzar las aguas de riego o construir presas en los ríos. Para todo ello se haría un Libro de Apeo de todos estos bienes en los que figuraba el reparto en el que figura la obligación de pagar al rey un real al año como censo perpetuo. En el caso de Dalías (seguimos fundamentalmente la obra de Ponce Molina, Repartimiento de Dalías, 1985), el 5 de octubre de 1574 recibe el escribano granadino Gaspar de Davila la comisión de poblar “los lugares del reyno de Granada que han quedado yermos y despoblados de él los moriscos que vivían en ellos por su rebelión y levantamiento” especificándose las siguientes condiciones generales:
- Los nuevos pobladores recibirán en propiedad casas, tierras, huertas, viñas que estarán bajo el señorío real, pagándose por cada casa un real anual y la décima parte de los frutos.
- En la taha de Dalías se poblarían con 100 vecinos Ambroz, Alhizán y Ambroz pudiéndose usar lo materiales de las casas de las alquerías de Almacete, Odba, El Marje y Almobara.
- Se deslindaría y amojonaría la taha con un único término redondo, usándose a moriscos expulsados como peritos. Estos moriscos, conocedores de la taha, permiten perpetuar buena parte de la toponimia islámica, desconocida para los nuevos pobladores y comisionados. Tapia señala que el tamaño total del término sería de 5 leguas de ancho por 5 leguas de largo
- Los pobladores provendrán de fuera del Reino de Granada, teniendo que aportar “de donde son vecinos y el caudal que cada uno tiene para que conforme del Comisario de la población les señale las suertes que ha de hauer en cada lugar”.
- Se repartirían dos suertes con dos casas cerca de la iglesia para el beneficiado y el sacristán prevaleciendo los derechos del curato sobre el beneficiado, si éste no administraba de facto la parroquia.
- El abandono o la falta de ocupación durante dos años seguidos supondría la pérdida del derecho a casa  y a labrar las suertes que le correspondan.
- Los hornos pasarán al nuevo Concejo, como bienes de propios, mientras que las fábricas u hornos de tejas y ladrillos se darían a “persona que lo hagan y den precios justos”, esto es: trabajadores de este gremio. El libro de apeo menciona que antes de la rebelión había 22 molinos de pan, quedando en pie tras la guerra dos. En relación a las almazaras, existían 7 de origen morisco, uno de ellos en el Hizán, que se menciona como derribado.
- Para evitar posibles pleitos se ordenó que el repartimiento de suertes o casas quedase recogido por escribano público. El libro de Apeo de Dalías sirvió como verdadero documento constitucional de la taha de Dalías durante la Edad Moderna con una función tributaria, de registro de la propiedad o de límite del Concejo.

Una vez expuestas las condiciones del repartimiento el reparto efectivo tendría lugar el 4 de septiembre de 1575, comenta Lirola, momento en que Gaspar Dávila les “da a todos la posesión real, corporal y actual de toda la taha”. Como hemos comentado, junto a las casas se reparten, al menos una suerte de tierra por cabeza, aunque si observamos el Libro de Apeo tenemos que algunos vecinos reciben dos, tres, cuatro, cinco y hasta siete. Ello se explica con motivo de la profesión o de los méritos militares o servicios prestados a la Corona. Este debió ser el caso de Alonso Asensio el Viejo, nuevo alcalde ordinario de Dalías que recibe 7 suertes o su hijo que recibe 4. En total estaba previsto repartir 140 suertes entre 100 vecinos. No obstante, Ponce Molina (1985) indica que finalmente se repartirían 131. La composición de cada suerte era la siguiente: 20 marjales de regadíos, 11 olivos buenos, 1 “onza de cría de seda” y 12 fanegas de secano. El total de marjales en la vega de Dalías era de 2848,25 divididos en 365 parcelas. De estos a El Hizan le corresponden 133,5 marjales o 42 parcelas.  De los 100 vecinos que inicialmente repueblan Dalías conocemos la procedencia de al menos 71, de los que 66 tendrán origen en lo que sería el Reino de Castilla (incluido el Reino de Granada) y solo 5 del Reino de Aragón. Esto contrasta con las noticias que tenemos de la ciudad de Almería, puesto que –informa Martínez Sampedro (1990)- el mayor contingente proviene de Valencia y Alicante, junto a Murcia y Jaén. El desglose de procedencias de los nuevos pobladores se puede sintetizar así:
- 26 cristianos viejos de la taha de Dalías (incluidas 10 viudas) y un poblador de Granada. Aunque la existencia de antiguos dalienses es bastante justificable algunos datos indican que no recibirían sus antiguas casas. Por ejemplo, Juan Gaytán recibe la casa del morisco Lorenzo el Hazara, en el Hizán. No se puede explicar la existencia de un repoblador granadino puesto que las condiciones iniciales indicaban que los nuevos vecinos debían venir de fuera del Reino de Granada.
- De la actual Andalucía, al margen del reino de Granada, tenemos un total de 21: 12 de Cádiz (todos de Gibraltar), 2 de Córdoba, 1 de Málaga (Olias), 2 de Córdoba, 3 de Jaen y uno de Sevilla.
- Dos nuevos pobladores vendrían de la vecina Murcia.
- 19 pobladores tienen origen en el Reino de Castilla (Zamora, Guadalajara, Salamanca, La Rioja, Cáceres, Segovia, Ciudad Real, Albacete, Cuenca y Burgos)
- 5 del Reino de Aragón: 2 de Mallorca, dos valencianos y uno de Tarragona.
- De 23 pobladores no aparece mencionada la procedencia y de 6 no hemos sabido localizarlas (Villagila, Villar, Torres, Gorzuela y Sigura).

La nueva administración, una vez tomado posesión de los bienes a 4 de septiembre de 1575, estaría formada por los gibraltareños Alonso Asensio el Viejo y Juan Martín como alcaldes ordinarios (cuya condición como tal o tal vez su participación en la guerra le permitieron recibir 7 y 3 suertes respectivamente) y Alonso Pérez y Andrés López como regidores. Además, pertenecía al corregimiento de Granada y, hasta 1753, a la alcaldía mayor de Ugíjar. Cabrillana (1977) señala que la repoblación de las Alpujarras durante este último tercio del siglo XVI tuvo un éxito muy limitado. Por ejemplo la capital se repuebla pero se abandonan sus alquerías; la taha de Almejímar se agrupa en torno a Félix, despoblándose Énix y Vícar; en el valle del Andaratx no se pueblan Benahadux, Alhamilla, Rioja o Quiciliana; en Berja se despueblan Pisuela, Castala, Rigualte o Ylar; y en Dalías, ya hemos comentado que solo se poblarán Celín, Alhizan y Ambrox. Lirola (2002) presenta una tabla, tomada de la obra de Vincent (1995) en la que se observa el relativo fracaso del repoblamiento daliense. De los 600 vecinos existentes en la fase previa a la guerra se pasan a 100 en 1571 y 63 en 1574 (dato que parece incoherente con lo que hemos estado comentando arriba), 83 en 1576, 78 en 1587 y 98 en 1591. Otros datos de población son indicados por Tapia (1964). Este autor indica que durante la visita en marzo de 1574 (8 meses antes de la comisión dada a Gaspar Dávila para el apeo y repartimiento de Dalías) de Juan Rodríguez de Villafuerte Maldonado se mandó colocar 180 pobladores entre Ambroz y el Hizán (indica que había 62 al corriente que debían dividirse en 35 en Ambroz y 27 en el Hizán). Esta estimación no tendría efectos como hemos apuntado. El libro de apeo, que es el que nos indica que los repobladores de 1575 serían 100, menciona un total de 381 personas que estarían en posesión de algunas de estas suertes durante el momento inicial del repoblamiento. Ello podría explicar una cierta condición itinerante de estos pobladores, quizás debido a las causas del fracaso poblacional en las que redunda Cabrillana: inseguridad de las costas ante los ataques piráticos (a fines de noviembre de 1572, por ejemplo, barcos piratas alcanzan Cuevas cautivando a 300 personas, lo que no animaba a la llegada de nuevos pobladores) de lo que la costa de Dalías no se salvaba; problemas para el comercio; abusos burocráticos e impuestos como el de Millones, decretado por Felipe II para sufragar las guerras y la crisis económica. Entre las medidas que se fueron tomando ante la llegada a las costas de corsarios y piratas berberiscos y turcos debe figurar la reconstrucción o reutilización de torres costeras. En el campo de Dalías, entre Adra y Aguadulce ya mencionamos varias construcciones realizadas entre el siglo XIII-XIV, con motivo de la inestabilidad producida por la guerra del Estrecho (Guainos, Torre Alhamilla, Punta Entinas y Torre Cerrillos).

El proceso de repoblación, tanto antes de efectuarse la misma como durante el resto del siglo XVI estuvo marcado por la presencia de visitadores reales procedentes del Reino de Granada. Lirola indica que la función de los mismos era dar cuenta de aspectos relacionados con la jurisdicción, la población al corriente, los cultivos o los edificios existentes. Para tal efecto se eligieron a Arévalo de Zuazo, Juan Rodríguez de Villafuerte Maldonado y Tello González de Aguilar. La visita de Juan Rodríguez de marzo de 1574, mencionada anteriormente, señala que tanto la iglesia de Ambroz como la del Hizán estaban quemadas. Fechado en un momento similar, tenemos la visita del procurador general de las Alpujarras Juan Medrano en la que, comenta Tapia, que la población de Dalías está en lugar inadecuado y apartado, por lo que debía trasladarse donde estaba antes “que es un sitio muy útil y está en medio de las haciendas y en él ay una iglesia, que costó doze mil ducados hazella y está nueva, y alrededor della se haga una muralla quadrada donde quepan hasta ochenta casas para otros tanto vecinos, que ay en el diço lugar, que costará quatro mil ducados… pues hecha la dicha muralla, será el mejor lugar que hubiese en la población”. En relación a esto, Tapia opina que la población de Ambroz se asentaría en el Hizán durante un tiempo debido a algún posible desembarco. De lo comentado anteriormente nos encontramos con datos divergentes. Lirola apunta que entre fines de 1578 y principios de 1579 se recibe en Dalías al visitador del arzobispado de Granada Alonso López Carvajal. En relación a él se menciona que la iglesia no estaría quemada, mientras que otros datos indican que la misa se daría por el cura Francisco de Cabrera en el fuerte de Dalías a la guarnición. En relación a este fuerte Lirola especula con la situación del mismo. Ya se ha mencionado su posible ubicación en el mismo hisn o castillo viejo del Hizán. No obstante, Lirola piensa que podría estar en la calle San Cristobal, antiguo barrio del Presidio, conocido aún como la Inquisición. Estuviera en el Hizán o en la misma Ambroz-Dalías pensamos que esta construcción se trataría de un edificio en cierto modo frugal puesto que su construcción se realiza en apenas unas semanas. Una última visita la realiza el 18 de agosto de 1593 uno de los regidores (un veinticuatro) de Granada, Jorge de Baeza y Haro, en el que encuentra a 83 pobladores, consignando las suertes, casas o el estado de las parroquias, señalando que la iglesia está en condiciones. 


1 comentario:

  1. Villagila,(Albacete)
    Villar ( Pedania de Puertollano)
    Torres (( Jaen)
    Gorzuela , es un error del escribiente, es Grisuela ( Zamora) ya que Bartolomé Gómez es de allí y Balthasar Gómez es posiblemente su hermano por semejanza del apellido. Sigura es Segura ( Murcía). El Vecino de Granada Alonso Alcantara es descendiente de un capitan de Los Reyes Cátolicos que se quedó después de la Reconquista, así como Maldonado.

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